El conflicto por el futuro destino de las 37,7 hectáreas donde hoy se encuentran los Hospitales Neuropsiquiátricos Borda, Moyano, Tobar García y Talleres Protegidos, expone un complejo entramado de actores, pujas e intereses, signados por la confrontación de paradigmas urbanos y de salud, y de luchas reivindicatorias que atraviesan los derechos humanos, la ética política, la salud colectiva y lo comunitario.
Frente a este contexto, un grupo de organizaciones sociales, arquitectos\as, sectores relacionados al ámbito académico y de formación, y personas relacionadas al trabajo en salud mental, venimos desarrollando colectivamente el proyecto del Primer Nodo de Promoción de la Salud, posicionando un planteo urbano y de salud integral que contempla la defensa de estas tierras e infraestructuras como recursos del área de salud pública, la implicancia comunitaria y las transformaciones que deben darse en cuanto al sistema publico de salud mental expresadas por las leyes 448 de la Ciudad y 26657 de la Nación.
En el mismo se propone:
La habilitación a la trama urbana y social de estos espacios históricamente aislados del entorno, para el uso y disfrute de la población del barrio, protegiendo su valor paisajístico y ambiental, y propiciando espacios para ejercer actividades recreativas, culturales y deportivas en relación a la salud.
El entrecruzamiento y superposición en el territorio de tres dimensiones programáticas: La Promoción de la Salud, la Producción Social y la Participación Comunitaria, conteniendo y posibilitando cada una de estas, una serie de programas sociales que en sumatoria generen un fortalecimiento de la salud publica integral y la articulación de los dispositivos, recursos y efectores de salud que se encuentran en el tejido social y urbano de este sector de la ciudad.
Este proyecto, que viene generando debate y cobrando consenso en el ámbito de las redes de salud, organizaciones sociales, en el ámbito barrial, académico, legislativo y de algunos trabajadores, se presenta como una alternativa a considerar para el futuro de estos predios.
Quienes impulsamos y acompañamos el proyecto del Nodo pensamos que es necesario sentar un debate sobre nuevas posibilidades para estos espacios, que contemplen la reformulación y la construcción de un concepto colectivo e integrador de la Salud, teniendo como premisa el resguardo y la promoción del bien común.