El Encuentro Plurinacional de Prácticas Comunitarias en Salud (EPPCS), por medio de la Mesa de SALUD MENTAL COMUNITARIA, expresa un rotundo rechazo a las normativas impuestas a trabajadorxs profesionales de la Salud Mental y en general, frente a la asistencia de personas en situación de precariedad y aislamiento. Acompañamos las denuncias realizadas en las últimas horas al gobierno de la CABA, a través de las cuales se ha evidenciado su accionar, replicando lógicas de guerra en lugar de lógicas sociosanitarias. Lxs trabajadorxs asisten al territorio de intervención sin contar con los elementos de bioseguridad imprescindibles para la tarea. Exigimos, a las autoridades competentes, la total garantía para todxs lxs trabajadorxs profesionales de la salud ante el riesgo frente al cual su tarea les ubica, así también como atender de forma inmediata el pedido de recursos e insumos específicos y necesarios para la tarea de asistencia sanitaria en situación de vulnerabilidad social y económica. No permitamos que el discurso oficialista estigmatice, una vez más, la fragilidad sanitaria en la que ha hundido durante años a los barrios carenciados de nuestra ciudad.
Aislamiento social solidario preventivo y obligatorio con derechos. Reconocimiento social e institucional a la labor fundamental de lxs profesionales de la salud en contexto de emergencia.
Comunicado de los profesionales del Centro de Salud Mental N°3
El día miércoles 25/3 los profesionales del Centro de Salud Mental N°3 recibimos una comunicación de la Dirección de Salud Mental del Gobierno de la Ciudad (Nro 2020-10253514 GCBA-DGSM) solicitando que debíamos conformar equipos profesionales para trasladarnos a los hoteles de la Ciudad de Buenos Aires que están alojando las personas que han regresado de zonas de riesgo con alta circulación del virus covid-19, para brindar asistencia telefónica desde el lobby del hotel. Los profesionales en asamblea autoconvocada y con el director de nuestra institución presente, ofrecimos nuestra absoluta disposición y compromiso a trabajar y asistir a aquellas personas que lo necesitasen en el marco de la emergencia sanitaria, ofreciendo alternativas suficientes para poder responder a esta demanda desde nuestro lugar de trabajo, sin necesidad de exponernos a circular. Ofrecimos también la posibilidad de asistir de forma presencial en los casos que se evaluasen como absolutamente imprescindible, solicitando para ello, el traslado hacia el hotel y el equipo de protección personal para nuestro cuidado y el de la sociedad toda.
Sin embargo, no sólo se nos ha negado cada uno de los pedidos -amparados en derechos de los trabajadores y en las disposiciones de bioseguridad expedidas por la OMS y el Ministerio de Salud de la Nación- sino que además se nos solicita que llevemos nuestro alcohol en gel y un cuaderno para anotar las prestaciones que allí brindemos. Nos respondieron arbitrariamente repartiendo a los profesionales a diferentes hoteles para asistir desde el lunes 30/03, sin un esquema de trabajo claro, protocolo, ni recursos suficientes para contener una situación que ellos mismos generaron al obligar a los pasajeros a hospedarse en los hoteles.
Otro efecto de esta solicitud es que los pacientes de nuestro Centro de Salud Mental, que continúan en asistencia por vía telefónica desde el inicio de la cuarentena, organizada por los propios trabajadores, ya que no nos han brindado más recursos como ser líneas telefónicas o acceso a internet, quedarán sin asistencia debido a que tendremos que asistir a otro lugar de trabajo.
Por otro lado, desde el comienzo de la epidemia en nuestro país, el Gobierno de la Ciudad no nos proveyó del material necesario para la higiene y seguridad a los profesionales que seguimos asistiendo con regularidad en la institución, teniendo que conseguirlos por nuestra propia organización, siendo los insumos totalmente insuficientes debido a la dificultad conocida para acceder a los mismos.
Queremos denunciar el atropello de parte de las autoridades, la falta de consenso y respuestas adecuadas ante la situación de emergencia sanitaria. La arbitrariedad de enviar a realizar dichas tareas a profesionales que se encuadran dentro de las personas de riesgo, exponiéndonos a nosotros y dejando sin atención a la comunidad que asiste regularmente a nuestra institución.