Hacia el X° Encuentro Plurinacional de Prácticas Comunitarias en Salud
Por décimo año consecutivo impulsamos el ENCUENTRO PLURINACIONAL DE PRÁCTICAS COMUNITARIAS EN SALUD, que aspiramos a realizar en noviembre de este año, nuevamente en CABA. El presente documento constituye una CONVOCATORIA ABIERTA a organizaciones, colectivos y personas que quieran comprometerse a participar en las actividades que ya iniciaron y que se desarrollarán a lo largo de este año, teniendo por el momento en suspenso la posibilidad de celebrar el Encuentro de forma presencial debido a las consecuencias de la pandemia de Covid-19. A pesar de ello, nuestra labor sigue en pie.
A lo largo de nuestro camino, conocimos e integramos experiencias que desbordan los marcos y disciplinas tradicionales de la salud. En este andar, hemos sentido en carne propia múltiples consonancias con el concepto de Salud brindado por la OMS, que en su amplia definición cultural desborda aquellas perspectivas exclusivamente médicas. Aunque el Encuentro nació ligado a la Salud Mental Comunitaria, las mismas prácticas convocadas ampliaron muy rápido el marco hacia una Salud Integral y Transdisciplinaria, y abrieron el espacio al cuidado del medio ambiente; la soberanía de nuestros cuerpos, identidades y territorios; la lucha de las mujeres y disidencias; el arte, la educación y tantas otras áreas relevantes para la salud. En los más diversos ámbitos de desempeño, y desde los más variados oficios, se suelen desplegar experiencias comunitarias que muchas veces superan con creces a las que se desempeñan de manera formal en el campo de la asistencia y de la formación en salud. A la par de los oficios mas convencionales del ámbito, somos también talleristas, docentes, acompañantes terapéuticos y tantas otras personas abocadas a la tarea de cuidar a nuestros semejantes, contribuyendo no solo a dar soporte y cuidado a la población en momentos difíciles, sino también generando valiosos saberes no formales tan pocas veces reconocidos por las academias. Y creemos que este conjunto de experiencias y vínculos cosechados a lo largo de esos años posee una particular potencia para que nuestro protagonismo, tan solapado a menudo, salga orgullosamente a la luz para afrontar una emergencia sanitaria como la que estamos atravesando. La Salud Comunitaria es un ejercicio que se realiza con otres y entre todes: la construcción de redes y la intersectorialidad le son indispensables. Es la misma comunidad participativa y organizada la que se plantea el objetivo de lograr su propia salud, en el actual desafío de descubrir, construir, sostener y valorar las nuevas formas para hacerlo; con los medios y recursos disponibles, tal como el actual contexto crítico nos obliga a transitar.
En estos años recogimos que lo público y su defensa no pueden quedar meramente circunscripto a la esfera del Estado, aunque éste tenga en ello una responsabilidad indelegable, tanto por acción como por omisión. El camino señalado por la máxima de que “donde existe una necesidad nace un derecho” ha generado leyes estimables, como la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral; la Ley 26.485 de Protección Integral Contra la Violencia hacia las Mujeres; la Ley 26.675 de Protección del Ambiente; la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes; la Ley 26.378 (entre otras) sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad; y por supuesto la Ley 26.657 de Salud Mental y Adicciones, que entre tantas otras ofrecen un marco jurídico acorde a nuestras prácticas. Sabemos que a la voluntad política debemos siempre sumarle las voluntades populares, por lo que nuestro espíritu como Encuentro no pretende quedarse en la denuncia de lo que el Estado no haga, sino que se despliega hacia la construcción real de lo necesario a la comunidad. Las prácticas comunitarias en salud son la realización efectiva de la letra y los principios rectores de tales leyes.
Nuestra expectativa apunta a tener el mayor protagonismo y la mayor incidencia político-social posible, desde las construcciones comunitarias hasta las articulaciones efectivas con programas y organismos del Estado. En el presente, cursando este complejo acontecimiento que nos signará inevitablemente, se constituye como responsabilidad histórica aquella de trabajar para que la Salud Comunitaria se consolide en el marco de la organización popular, integral y transdisciplinaria, dentro del paradigma de los Derechos Humanos y de la Salud entendida como Bien Común.
Les invitamos calurosamente a participar de las distintas Mesas Temáticas de trabajo y de la Mesa de Organización, que ya se encuentran funcionando y trabajando de forma virtual. Nadie mejor que lxs trabajadorxs de la salud para continuar construyendo el cimiento que haga pie en épocas de adversidades. ¡Bienvenides, y Salud Comunitaria para Todes!
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