22 de marzo: Marcha Plurinacional del Agua para los Pueblos
Algo sabe mal en el agua que baja del cerro, allá donde se instalaron las empresas mineras. Algo que contamina nuestros cuerpos y que nos hace enfermar. Dicen que es por nuestra prosperidad… pero lo único que prospera son las ganancias de unos pocos.
Algo huele mal en el aire que viene del monte. Día tras día, se suceden los incendios forestales a lo largo de todo el país. Las autoridades admiten que son intencionales… pero nunca explicitan cuáles son las intenciones que los motivan. Solo el clamor de los pueblos en lucha rasga el silencio con el que quieren envolver las llamas.
En un momento histórico en que los discursos de los gobiernos se centran sobre la salud pública, desde el Encuentro Plurinacional de Prácticas Comunitarias en Salud (EPPCS) creemos que, para sostener un buen vivir, es hora de replantearnos colectivamente qué tipo de relación entablamos con los territorios que habitamos. Nuestros cuerpos y nuestras tierras llevan siglos arrasadas por parte de un modelo patriarcal y extractivista, que en nuestra región se potencia por el colonialismo –una verdadera pandemia, de ya más de 500 años. Es el modelo que saquea riquezas y destruye todo ambiente a su paso, a fin de sostener la acumulación del capital y de reforzar el imperio de los poderosos.
En particular el agua, que es sinónimo de vida, patrimonio social, natural y cultural, merced a su mal uso, abuso y contaminación por las industrias capitalistas, corre el riesgo de volverse un recurso de acceso muy limitado en los próximos años. El agua, como la salud misma, es un bien común, que no puede y no debe convertirse en una mercancía. Tendríamos que defenderla comunitaria, solidaria y democráticamente.
Para defender la Vida, hoy todos los pueblos tenemos que salir a luchar por el agua. Recuperando los saberes ancestrales de quienes nos precedieron, abogando por un verdadero equilibrio con los ambientes que nos hospedan y gestionando colectivamente todos los recursos que son necesarios para la vida.
Exigimos que se deje de criminalizar la protesta social, ambiental y cultural y reivindicamos todas las luchas locales que se vienen escuchando, a lo largo del país, en defensa de los territorios y de sus recursos naturales. Como aquella que se escucha en el Sur, donde ayer y hoy, gritan ¡no a la megaminería! Denunciamos todas las formas de contaminación del agua y de los suelos, repudiando a todas las empresas y gobiernos que las apañan y que lucran con ello.
Este lunes 22 de marzo, Día Mundial del Agua, desde el EPPCS nos sumamos a la convocatoria de la Marcha Plurinacional del Agua para los Pueblos y movilizamos en defensa del Agua y de la Vida. ¡Basta de extractivismo y de terricidio! Rechazamos este modelo de mala vida que nos proponen: ¡reconstruyamos nuestro mundo, paradxs desde el Buen Vivir!